domingo, 16 de agosto de 2009

Aquel día

Te deseo tanto a mi lado que siento enloquecer con cada noche sin tu cuerpo a mi lado. aun no entiendo como es que me tu sola presencia, tu aroma, me enloquece; el sentir el roce de tus manos provoca que me empiece a excitar a sentir esa humedad entre mis piernas.

Recuerdo la primera vez que te vi con tus jeans azules y camisa, recorre ese pasillo, no podia quitarte la mirada de encima, mirar tu cuello ancho, tu espalda grande y esas manos fuertes, tu piel color canela y esa mirada ruda con una mezcla de ternura, al acercarme a ti descubri tu camisa medio abierta y ahi en ese preciso momento cuando mis ojos se posaron en tu pecho, tuve la imperiosa necesidad de tocarte, tocar esa piel poblada de vello.

Te pedi permiso para tocarte, al hacerlo senti como un choque electrico recorria todo mi cuerpo, con solo pasar mi mano por tu pecho senti una oleada de humedad en mi vagina y en aquel instante te desee con todo mi ser, sentia una gran necesidad de tu cuerpo, de cogerte.