El lugar y el momento indicado.

Se dice que la mujeres buscamos una explicación para todo, pero hoy no quiero encontrar explicaciones solo pensar que fue el lugar y el momento indicado, por lo que me deje llevar  por tus manos, por tus caricias, mi hambre de ti fue más grande y más fuerte que mi razón.

Mi cuerpo tenía tantas ganas de ti, que no puede negarme, mi razón se rehusaba a que sucediera; debía poner un alto, de ningún modo permitir tus manos en mi cuerpo.  

Me conoces  perfectamente sabes que  la razón se calla; solo me dejo llevar por tus ganas, por tu lujuria, por tus manos fuertes al recorre mi cuerpo. 

Al momento de sentir tus manos en mis nalgas sabía lo que sucedería, al principio intente no sentir pero es inevitable mi cuerpo reacciona a ti, como la pólvora al fuego, enseguida mi vulva se empezó a excitar, a mojar, al mismo tiempo mi razón me gritaba a moverme, a  hacer cualquier cosa para detenerte, pero me deje llevar.

Así en un momento sentí tus hábiles manos en mi clítoris, en mi vulva, mientras comenzaba a gemir y a sentir como la lujuria invadía mi cuerpo, metiste un dedo en mi vagina y en ese momento perdí por completo la razón,  solo me dedique a sentir, admiraba tu cara de lujuria, de satisfacción por hacerme tuya una vez más, me cogiste solo como tú sabes hacerlo, salvaje, de esa manera que me enloquece, sintiendo tu verga caliente dentro de mi queriendo devorarla con mi culo, con mi vagina, moviendo y restregando mis nalgas contra ti para que entre toda, hasta el fondo y así calmar mi hambre de ti.

Me hinque ante ti, para comerte la verga cuantas ganas tenia de hacerlo de meterla en mi boca como una famélica para lamerte, chupártela toda, meterla hasta mi garganta, adoro su tamaño, su textura, su olor, su sabor; me fascina comerte la verga, me calienta muchísimo y me hace sentir muy puta. Me has cogido por el culo, no has dejado de acariciar mi cadera, mi cuerpo con tantas ganas  con tanta fuerza haciéndome sentir tu necesidad de mí.

Todo es como un sueño donde vuelvo a aquellos tiempos donde podía disfrutar de esas cogidas con solo mirarte a los ojos y hacerte una pequeña insinuación.

Gracias por la tarde que vivimos, por volverme embriagar de tu olor, de tu sabor, recordar la textura de tu piel color canela, de volver a sentir tus manos fuertes. Cada vez que recuerdo esta tarde quiero volverte a sentir, me  pongo cachonda recordando cada momento, 

A partir de hoy tengo un nuevo recuerdo delicioso de nosotros, me gusta y mucho, hoy lo disfruto como travesura, sin preguntas,  solo has llegado y te has ido, quisiera que te quedaras, Te amo y eso no cambia, pero hoy estoy decidida a disfrutarte en todos sentidos si coincidimos y a seguir mi  camino con una sonrisa cuando no sea así, y quizá llegue el día que decidas quedarte.

Gracias por haber coincidido, pues para las coincidencias no hay explicaciones.